Alba Editorial
2011
252 páginas
Este es un libro original en el que con la excusa de la erupción del volcán Eyjafjallajökull y de la crisis financiera y económica de 2008, el autor se sumerge en la vida de los islandeses y analiza a través de viajes por la isla y entrevistas con diversos personajes relevantes, la sociedad, la naturaleza y la psicología de esa pequeña isla de tan solo 320.000 habitantes, "La isla secreta" como la bautizó Borges.
Las cenizas del volcán en la primavera de 2010, mantuvieron cortado el tráfico aéreo de casi toda Europa, pero la vida cotidiana de los habitantes de la isla, apenas sufrió cambios, más allá de unas pocas granjas cercanas al volcán. Los islandeses están habituados a las adversidades de la naturaleza y aceptan con humor cada nueva erupción volcánica (una media de una cada 4 años según las estadísticas).
La crisis hundió a los tres principales bancos del país, una nación independiente de Dinamarca desde 1944, pacífica, sin apenas armas ni ejército ni violencia.
La naturaleza de esta isla aislada, a medio camino entre Europa y América (de hecho allí convergen las placas continentales, y de ahí la intensa actividad sísmica y volcánica que se da en la isla) está en el centro del debate: explotarla o preservarla, en un país que empieza a despegar de nuevo gracias entre otras cosas al turismo creciente.
Islandia me ha parecido un país diferente, aislado, con habitantes con una idiosincrasia peculiar, un país que merece la pena visitar sin duda, lleno de contrastes entre el verano y el invierno en que apenas hay luz pero hay auroras boreales. El libro me ha gustado mucho, desde la forma en que está escrito hasta lo que cuenta: desde los tópicos atribuidos a los islandeses a la naturaleza salvaje que empieza a explotarse para el turismo creciente. Una buena lectura diferente de un libro de viajes.
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