miércoles, 2 de abril de 2008

La llegada de la primavera

Es curioso como se ha pasado "el tiempo de los graves estudios" que decía el padre Feijoó con la llegada del calor. Al cuerpo desganado lo que le apetece es aventurarse por los prados correteando libremente, en vez de estar encerrado entre cuatro paredes ejercitando mente y espíritu. He visto esta tarde una pandilla de adolescentes que hace una semana no se hubiera reunido, o al menos no al aire libre, alegres, ilusionados, esperanzados, disfrutando del sol de primavera. También ancianos que apenas se tenían en pie aprovechaban para darse su baño de sol y alejar reúmas y demás achaques de la edad. En fin, que habrá que hacerse al nuevo tiempo, trabajar un poco y disfrutar un mucho si es posible, puesto que parece que todas las fuerzas y bellezas de la naturaleza se alían para que lo hagamos.

No hay comentarios: