miércoles, 14 de abril de 2010

Colgantes en el coche

Desconfío ya de entrada de todo aquel que cuelga  algo del retrovisor de su coche: ¿para qué?,¿para exhibirlo?,¿para imponérselo a quien le acompaña?, ¿para mejorar la estética del coche?, ¿para usarlo cómo punto de mira?, ¿para no olvidarse de algo que es importante para él?. 
Seguramente mis prejuicios no tienen fundamento en este caso, pero mi experiencia viajando con gente me lleva a que quienes cuelgan algo de su retrovisor son al final con quienes peor me llevo o tal vez los menos afines a mí.
Durante unos años, tras un logrado anuncio de televisión se pusieron de moda lo muñecos Elvis que al menos eran simpáticos, aunque algunos los fueron retirando progresivamente porque se movían demasiado y llegaban a marear a los ocupantes del asiento de acompañante del conductor (¿por qué se llamará así, si algunos en lugar de acompañar suelen dormitar?).
En otros casos más llamativos hay quien cuelga rosarios, vírgenes, cintas con la bandera nacional, o todo tipo de amuletos atrapasueños (digo yo que serán los sueños del acompañante, porque los del conductor no van a ser...).
En fin, reconozco que es manía mía el desconfiar de los portadores de todo este tipo de colgantes...




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