martes, 1 de julio de 2008

Despedidas

Parece que todo va a continuar como si nada y no es verdad. En realidad he vivido escenas muy especiales sin apenas darles importancia, quizás debido a algún mecanismo de defensa mental elaborado a tal efecto generación tras generación. Ya no volveré a trabajar en el mismo sitio, no con las mismas personas, ni con los mismos ordenadores, y apenas he valorado cuándo ha sido el último instante en el que esto pasaba. Es más, habrá personas a las que he visto cada día, cinco días por semana durante el último año, a las que apenas volveré a ver nunca. En cierto modo es un pequeña expulsión del Paraíso a la que hemos sido condenados: muchos de nosotros acudíamos a trabajar este año encantados con lo que nos esperaba; tanto es así, que el último día parece que nos resistíamos a irnos, a dejar de trabajar, aún sabiendo que nos esperaban las vacaciones tan necesarias.
De todas formas, la experiencia nos enseña que volveremos a encontrar nuestro sitio en otro lugar y volveremos a despedirnos.

No hay comentarios: