Anagrama
2018
420 páginas
Esta novela es una bomba. Una bomba de lectura porque es diferente de cualquier otra cosa que haya podido leer antes, por la forma y por el fondo. Al mismo tiempo es un campo de batalla, el de los prejuicios contra la libertad coartada por la sociedad. Es un libro que a pesar de haber obtenido el premio Herralde de novela y el Nacional de Narrativa, cuesta encontrarlo en las mesas de las librerías.
Me ha encantado, es de una frescura impactante, pero al mismo tiempo es un libro político, social, reivindicativo, con un punto de vista maravilloso.
En lo formal, representa una nueva técnica de escritura: una novela escrita por whatsapp con las normas de una pretendida Lectura Fácil, fanzines de autogestores, declaraciones judiciales, y el relato que sostiene todo, que es el de la teóricamente más discapacitada de las cuatro protagonistas que construyen la historia novelada, quizás una alter ego de la autora.
En lo político y en lo social a lo que me refería más arriba, es una novela abiertamente feminista y libertaria que da voz a cuatro mujeres discapacitadas con distinto grado de discapacidad y en la que se da cuenta de las necesidades que tienen estas personas, de la poca libertad de la que gozan y de lo represor y perjudicial que es el Sistema para ellas.
También es un alegato sexual: normaliza y muestra todo el potencial de las protagonistas para obtener placer y para dispensarlo.
Es una novela que te perturba y voltea, cambia todo el pensamiento que pudieras tener sobre la discapacidad y en general sobre toda la normalización impuesta por la sociedad.
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