Seix Barral
320 páginas
2015
Novela muy completa que gira en torno a los cambios producidos en la ciudad de Barcelona durante los últimos treinta años. Llena de humor e ironía, a veces me hizo hasta soltar una carcajada, es a la vez una novela detectivesca, un compendio de las miserias humanas y un testigo de cambios urbanísticos y sociales.
El lenguaje de Eduardo Mendoza es arrollador, meticuloso, distinguido y suburbial a un tiempo. En la narración de la historia no deja títere con cabeza, propiciando muchos niveles de lectura, y también muchos niveles de diversión, claro.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es el lenguaje puntilloso y preciso, la organización de las ideas tan excelente y los razonamientos tan buenos del protagonista en contraste con su posición: un hombre en los confines de la sociedad, aparentemente rudimentario, desequilibrado mental, un superviviente de su época. Supongo que eso forma parte de la ironía del autor y de su intención de romper barreras con su crítica profunda a la oligarquía gerontologizada de finales de siglo.
He disfrutado mucho con la lectura de este libro, que además de hacerme reír me ha hecho pensar en la naturaleza humana.
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