viernes, 1 de junio de 2007

Música en la mañana

Parece difícil encontrarse a alguien andando por la calle que no vaya escuchando música con sus cascos, sobre todo en la mañana, cuando acudes al trabajo. Aunque tal vez presuponer que se escucha música es demasiado suponer. Habrá quien escuche algún programa de radio, o un archivo de idiomas. Yo suelo ir escuchando ópera, pero a veces, necesito un volumen que no puede ser sano para los oídos, dado que el ruido de los coches lo abarca todo. Debe haber una cierta relación entre lo que se escucha y el optimismo de la mañana, o las sonrisas que aparecen en la cara de las personas mientras avanzan en silencio, con apariencia de autómatas, a veces con una cadencia proporcionada por la escucha. De hecho, yo elijo una música al salir de casa, acorde con mi estado de ánimo, o con lo que yo pueda prever que necesito en ese momento, al igual que eliges un libro u otro dependiendo del momento, en una relación circular en la que el estado de ánimo y la elección literaria se retroalimentan mutuamente. Aunque entra dentro de la esfera de lo privado, me gustaría saber que va escuchando la gente con la que me cruzo por la mañana. Todavía no se ha incorporado el tema a las conversaciones estándar, como sí lo han hecho las lecturas, o las películas que uno ha visto o ha dejado de ver. Algún día.

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