lunes, 26 de febrero de 2007

Pequeñas Ilusiones

Al igual que en el libro de Hermann Hesse así titulado, hoy creo que siguen vigentes aquellos consejos, de disfrutar cada minuto de esas alegrías que sólo tendemos a ver a toro pasado, cuando ya no es posible recuperarlas, darse cuenta de las pequeñas felicidades que atesoramos cada día, sin valorarlas apenas. Por ejemplo, conducir relajádamente en vez de ir a toda prisa por la calle con el coche, disfrutando de la máquina, de la posibilidad de poseer un coche, cosa que muchos ciudadanos del mundo no pueden permitirse. O sentir la libertad de poder escribir cuanto quieres, o hacer un alto en el día para leer unas líneas, o para disfrutar de la serena belleza de una música. Ahora que casi llega la primavera, seguro que empiezan a florecer los almendros y se puede disfrutar tanto del colorido como del olor de esas flores. O sentir al ser amado a tu lado, cariñosa estupenda, sentir que no existe nada en el mundo fuera de vosotros dos durante unos instantes...
No hay que huir del intento de conseguir grandes alegrías, generadas por grandes logros y esfuerzos, pero la suma de pequeñas alegrías es el sustento vital que nos permitirá vivir más felices y progresar.

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